Ideal para utilizar en recetas de postres, cremas, sopas, compotas y mazamorras porque se emplea como espesante.
Además de su valor nutritivo (es rico en fibra, potasio, hierro y calcio), es de fácil digestión y ayuda a proteger las paredes del estómago gracias a su alto contenido de almidón. Previene enfermedades como la gastritis y las úlceras.